Tupac Shakur: voz insurgente de los pueblos negros y faro de las luchas anticoloniales

Han pasado casi tres décadas desde que Tupac Amaru Shakur fue asesinado en Las Vegas, pero su legado sigue resonando

Tatiana Bonilla

6/23/20252 min read

Más allá del rap, Tupac fue y sigue siendo un símbolo de resistencia negra, una figura que entrelazó arte, denuncia política y memoria en una época de profunda violencia racial, represión estatal y desarraigo comunitario.

¿Quién fue Tupac Shakur?

Hijo de militantes del Partido Pantera Negra (Black Panther Party), Tupac nació en 1971 en Harlem, Nueva York, en el corazón de una familia marcada por la lucha política, la persecución del FBI y la dignidad negra. Su madre, Afeni Shakur, fue una activista revolucionaria que incluso defendió su propio caso en el tribunal tras ser encarcelada por cargos de conspiración. Tupac creció no solo con rimas, sino con conciencia.

Su nombre no fue casual: Tupac Amaru lo heredó de un líder indígena andino que encabezó una rebelión contra el colonialismo español en el siglo XVIII. Este cruce simbólico entre la insurrección indígena y la negritud afroamericana marcó toda su vida.

Más que un rapero: un poeta radical

Desde sus primeros álbumes como 2Pacalypse Now (1991), Tupac no solo narraba la vida dura en los barrios: denunciaba el racismo sistémico, la brutalidad policial, la exclusión de los jóvenes negros, y el encarcelamiento masivo como una forma moderna de esclavitud. Canciones como Brenda’s Got a Baby o Keep Ya Head Up hablaban de la explotación de las mujeres negras, el abandono estatal, la violencia estructural. Tupac fue uno de los primeros artistas en poner la vulnerabilidad y el dolor negro al centro de la narrativa del hip hop.

Tupac como figura anticolonial

Para los pueblos negros de América Latina, el Caribe, África y la diáspora, Tupac representa un puente cultural entre el norte global y las memorias de resistencia del sur. Su visión crítica de Estados Unidos, su reivindicación de la negritud como identidad digna y combativa, y su inspiración en los movimientos revolucionarios afrodescendientes, lo convierten en un referente anticolonial contemporáneo. Tupac entendía que el racismo no era solo discriminación individual, sino un sistema estructurado históricamente desde la esclavitud, el saqueo y la colonización. Por eso hablaba de la necesidad de organización, de educación política y de arte como herramienta para el cambio.

La vigencia de su mensaje

Hoy, en medio de luchas por la reparación histórica, la abolición del racismo sistémico y la desmilitarización de territorios racializados, la figura de Tupac sigue viva. Su rostro está en murales, camisetas, bibliotecas populares y playlists de jóvenes que no habían nacido cuando fue asesinado.

En comunidades negras de Colombia, Brasil, Sudáfrica o Haití, Tupac no es solo un ícono pop: es parte de una memoria insurgente, de una genealogía de resistencia que une a Malcolm X con Angela Davis, a Benkos Biohó con Tego Calderón, a la espiritualidad yoruba con el activismo anticolonial contemporáneo.

Un símbolo para nuevas generaciones

Tupac Shakur nos enseñó que ser negro no es una condena sino una fuerza histórica. Que el arte puede ser militante. Que las emociones negras: ira, amor, tristeza, alegría, también son formas de conocimiento político. Y que ningún imperio, por más poderoso que sea, puede silenciar a quienes cantan con convicción desde abajo.En tiempos donde los pueblos negros siguen enfrentando despojo, racismo y olvido, Tupac sigue hablándonos: de justicia, de dignidad, de revolución.