¿Por qué Ibrahim Traoré debería importarnos a todxs?
No es africano. No es negro. No es un 'golpista' más. Ibrahim Traoré, el presidente revolucionario de Burkina Faso, es el espejo incómodo que refleja lo que el imperialismo no quiere que veamos: que la liberación de los pueblos no es una cuestión de color de piel, sino de cadenas rotas.
Equipo TABOSE
5/23/20253 min read


Había una vez un niño nacido en Bondokuy, un pueblo polvoriento de Burkina Faso, donde el sol quema la tierra y el oro brilla bajo el suelo, robado por empresas extranjeras. Se llamaba Ibrahim Traoré, y aunque nadie lo sabía entonces, ese niño se convertiría en el hombre que le diría "No" a Francia, a la OTAN y al neocolonialismo.
Ibrahim creció viendo cómo su país, antes llamado Alto Volta, llevaba décadas sangrando por culpa de golpes de Estado, dictaduras y una Francia que nunca se fue del todo. A los 17 años, se unió al ejército, pero no era un militar cualquiera: mientras otros obedecían órdenes, él leía discursos de Thomas Sankara, lider africano asesinado en 1987.
En 2022, Burkina Faso ardía: yihadistas (armados con fusiles franceses) masacraban aldeas, mientras Francia gastaba millones en una guerra interminable. El presidente Damiba, un títere de París, no hacía nada. Entonces, Traoré, un capitán de 34 años, barba recortada y mirada intensa, lideró un golpe. No para tomar el poder, decía, sino para devolvérselo al pueblo.
Ibrahim Traoré no es solo un líder africano más: es un símbolo de resistencia global contra el imperialismo, el neocolonialismo y el capitalismo extractivista. Su lucha trasciende las fronteras de Burkina Faso porque encarna un proyecto de emancipación colectiva que nos interpela a todxs, especialmente a los pueblos del Sur Global y a quienes luchan por un mundo más justo. Aquí las razones clave:
Representa la lucha contra el neocolonialismo francés (y occidental)
Traoré expulsó a las tropas francesas en 2023, rompiendo con décadas de dominación militar encubierta bajo la excusa de "combatir el terrorismo".
Denunció el franco CFA, una moneda colonial que drena riquezas de África hacia Francia.
Su gobierno nacionalizó recursos naturales (como el oro), antes saqueados por corporaciones europeas y canadienses.
¿Por qué nos importa? Porque el neocolonialismo no es un "problema africano": es un sistema que beneficia a las élites globales mientras empobrece a las mayorías. La lucha de Traoré es un espejo para América Latina, Asia y otras regiones sometidas al extractivismo.
Cuestiona la farsa de la "guerra contra el terrorismo"
El yihadismo en el Sahel creció bajo ocupación militar francesa (Operación Barkhane), sugiriendo que es un pretexto para mantener tropas y controlar recursos.
Traoré priorizó soluciones locales (milicias populares) en lugar de depender de ejércitos extranjeros.
¿Por qué nos importa? Porque la "lucha antiterrorista" ha sido usada para justificar invasiones (Irak, Afganistán), vigilancia masiva y represión en todo el mundo. Burkina Faso muestra que el "terrorismo" es un negocio geopolítico.
Es parte de un movimiento panafricanista y antiimperialista
Junto a Malí, Níger y Guinea, Burkina Faso forma la Alianza de Estados del Sahel, un bloque que rechaza la OTAN y el neocolonialismo.
Busca alianzas Sur-Sur (Rusia, China, Irán) no por ideología, sino por soberanía: "Queremos socios, no amos" (Traoré).
¿Por qué nos importa? Porque en un mundo multipolar, los pueblos oprimidos tienen más opciones para resistir. Este proceso inspira a Palestina, Haití o Venezuela, que también enfrentan injerencias.
Reivindica el legado de Sankara: "Patria o muerte"
Traoré se declara heredero de Thomas Sankara.
Promueve reformas sociales (educación, salud) y rechaza la deuda externa ilegítima.
¿Por qué nos importa? Porque Sankara demostró que otro mundo es posible, incluso en las condiciones más adversas. Su asesinato por Francia prueba que el imperialismo no tolera alternativas soberanas.
Enfrenta a las potencias globales... y sobrevive (por ahora)
Francia, EE.UU. y la UE lo acusan de "golpista" (aunque callan cuando sus títeres dan golpes).
Sufre ataques mediáticos (lo comparan con "dictadores"), sanciones económicas y posibles sabotajes.
¿Por qué nos importa? Porque su resistencia expone la hipocresía del "orden internacional": solo es "democrático" si sirve a Occidente.
Conclusión: Traoré es un faro de dignidad global
Su lucha nos importa porque:
Es antineocolonial (y el neocolonialismo nos afecta a todxs).
Desenmascara el militarismo occidental (el "terrorismo" como negocio).
Inspira luchas similares en otros países oprimidos.
Demuestra que la soberanía es posible, pese a los ataques.
"Cuando Burkina Faso se levanta, todos los pueblos oprimidos se levantan con él".
Si creemos en la justicia global, no podemos ignorar esta batalla.
¿Qué estamos haciendo al respecto?
Difundir información (contra la desinformación mediática).
Presionar a nuestros gobiernos para que no apoyen sanciones a Burkina Faso.
Aprender de su experiencia para nuestras propias luchas decoloniales.
¡Hasta la victoria siempre! ✊🏾